12 feb 2018

Derechos incondicionales que están por encima de los planes económicos

Publicado hoy en LN, acá
http://www.lanacion.com.ar/2108469-derechos-incondicionales-que-estan-por-encima-de-los-planes-economicos?utm_source=n_os_nota1&utm_medium=opinionS&utm_campaign=opinion


Son las políticas públicas las que deben orbitar en torno al sistema de garantías constitucionales y no a la inversa
     

Los economistas tienen serios problemas para reconocer el significado de contar con derechos consagrados constitucionalmente, con carácter incondicional, universal e inviolable. Desde hace décadas sabemos que los derechos -todos los derechos- cuestan y que, por lo tanto, su grado de satisfacción depende de la fortaleza de la situación económica de un país. Sin embargo, en un sentido todavía más relevante, tales derechos son incondicionales, porque frente a la obligación de respetarlos la respuesta estatal que dice "vuelva mañana porque hoy no tenemos recursos", simplemente, no resulta admisible.

Gobiernos como la mayoría de los latinoamericanos, que han afirmado en sus constituciones fuertes listas de derechos, deben reconocer que tales derechos no son "poesía" ni representan meras aspiraciones del tipo "ojalá que se cumplan un día". Todo lo contrario: un gobierno jamás puede dejar de celebrar una elección alegando que "cuesta mucho llevarla a cabo". Ni puede cerrar una rama del Legislativo para "abaratar costos". Ni puede negarse a contratar a un traductor para que el extranjero entienda el juicio que se celebra en su contra porque "no tenemos dinero para todo". Ni puede negarse a construir una rampa para que los discapacitados accedan hasta las oficinas públicas porque "a fin de cuentas son sólo unos pocos". Ni puede clausurar los tribunales alegando que "mantenerlos abiertos nos resulta muy caro."

Les guste o no, los economistas deben aprender que, en un sentido fuerte, los derechos no dependen de los planes económicos, sino a la inversa. La admisibilidad o no de un cierto plan económico depende de su capacidad para asegurar el respeto de los derechos constitucionalmente consagrados y para garantizar progresivamente la satisfacción más plena de estos. De lo contrario, lo que corresponde es retirar a esos derechos básicos de la Constitución. Curiosamente, y por suerte, la realidad de todos los países civilizados (incluyendo, en primer lugar, a los países latinoamericanos) suele ser la opuesta. Esto es, cada vez que se ha reformado una Constitución, se ha tendido a afirmar y en todo caso a expandir, nunca a reducir, la lista de los derechos existente. Sea cual sea la razón última (virtuosa o no) que explica este hecho, lo cierto es que tenemos toda la razón del mundo para tomarnos en serio los derechos incorporados en el único contrato que nos une a todos -la Constitución- y reclamar el cumplimento de aquellos, mientras allí sigan residiendo.

Lo dicho resulta más complicado aún de lo que parece y, por lo tanto -tal vez-, todavía más difícil de aceptar para los economistas. Y es que, frente a las obligaciones constitucionales que tienen, los gobiernos no pueden decir, por ejemplo, "elijo este plan económico que, seguramente, en unos años permitirá que todos gocen de sus derechos de un modo más firme", si la aplicación de dicho plan implica, en la actualidad, que los derechos de una mayoría queden insatisfechos de un modo grave. Los derechos son inviolables e incompensables entre las personas o grupos (los derechos plenos de unos no pueden compensarse con la privación o reducción de los derechos de otros). La libertad infinita de que gozaba Idi Amin en Uganda, en su momento, no compensaba la falta de libertades que oprimía a todo el resto.

El buen vivir o la mayor seguridad de una mayoría ocasional tampoco justifican la tortura del "peor de todos" ni la expulsión de los "indeseables" de turno porque la mayoría no quiere convivir con ellos. Del mismo modo, el mayor bienestar de muchos no justifica que "por unos años los de abajo se ajusten el cinturón", si ese "ajuste del cinturón" implica la pérdida o no afirmación de sus derechos básicos: la salud, vivienda, educación, seguridad, etc., deben asegurárseles a todos. Por ello decimos que los derechos son universales: porque les corresponden a todos, blancos y negros, mujeres y varones, ricos y pobres, siempre y sin distinciones.

Las consideraciones anteriores no implican negar que vivimos en países con capacidades económicas limitadas. Todos los tribunales de derechos humanos reconocen, por ello, lo que denominan el "principio de progresividad", que determina que los Estados deben "procurar todos los medios posibles" para la satisfacción de los derechos de todos y cada uno, en cada momento histórico. Por supuesto, en ningún caso el "contenido esencial" de tales derechos puede afectarse. De allí que las constituciones modernas sean compatibles con modelos económicos muy diferentes, y de orientación opuesta, pero siempre que ellos aseguren el piso mínimo de derechos que les corresponden a todos.

Cierto modelo económico puede determinar que los bienes básicos sean dispensados solamente a través de la prestación estatal, y otros, abrir más la puerta a iniciativas privadas o a formas económicas mixtas. Ciertos programas pueden privilegiar el ingreso a determinadas facultades, conforme al mérito; otros pueden vincular el acceso inmediato a los hospitales de acuerdo con las necesidades o urgencias de los pacientes. Pero ningún programa puede considerarse autorizado si, en los hechos, determina que algún sector de la sociedad quede marginado del acceso a los derechos fundamentales.

Lo dicho hasta aquí tampoco importa negar la posibilidad de que, en momentos de crisis, encaremos sacrificios conjuntos, ni rechazar que los privilegiados hagan mayores esfuerzos que los más débiles, en los momentos difíciles, para salir de una situación de apremio. Pero, otra vez, esos sacrificios no deben implicar nunca que algunos -pocos o muchos- dejen de contar con sus derechos básicos asegurados. Puede resultar comprensible, frente a una crisis, que no construyamos un nuevo autódromo, dejemos de comprar el armamento más sofisticado, fomentemos el uso de fuentes de energía alternativas o recortemos las jubilaciones de privilegio. Pero, por supuesto, dicho momento de angustia económica no debe servir como excusa para cerrar las bibliotecas u hospitales públicos, y tampoco para impedir que algunos accedan a tales beneficios.

Finalmente, debemos reconocer que el esquema de derechos fundamentales consagrado en nuestras constituciones es el que debe organizar nuestras políticas públicas y no al revés. Son ellas -las políticas públicas- las que deben orbitar en torno al sistema de derechos, y por lo tanto son ellas las que deben ser escogidas, evaluadas y eventualmente dejadas de lado, conforme a su capacidad para asegurar a todos, hoy, sus derechos básicos. Las políticas son las que deben esperar, y no los derechos. El argumento según el cual la libertad de expresión, el sistema de justicia, el acceso a los hospitales, la educación para todos, el medio ambiente limpio, la no discriminación, el respeto a la diversidad cultural o las elecciones periódicas van a garantizarse o no, dependiendo del éxito que vaya a obtener el programa económico, no se encuentra disponible para ningún gobierno.

35 comentarios:

Alberto dijo...

Pero entonces RG, son o no son cartas de triunfo los derechos? Son o no son un coto vedado? Lo está diciendo usted!! A veces me confunde...
Saludos, Alberto

Anónimo dijo...

Muy bueno. ¿Se podría llegar a pensar que este tipo de leyes o reglamentos que versan sobre cuestiones tan delicadas ya no gozan de la presunción de constitucionalidad sino de inconstitucionalidad en materia de control judicial? Saludos, Joaquín

rg dijo...

sí, me parece que estás confundido. estás confundiendo derechos con control judicial y con última palabra judicial

Damian dijo...

Roberto. Acabo de leer tu interesante articulo mientras espero para visitar a un pariente internado en el hospital de clinicas. Un hospital sucio mal atendido donde no se respetan los horarios donde tenes que teaer sabanas y llevartelas a lavar a tu casa. No quiero imaginar el estado de los hospitales de las provincias. Que lejos esta la realidad del cumplimiento de los derechos fundamentales. Al salir la ciudad es una inmensa obra de maquillaje plazas veredas metrobuses y bicisendas. Ojala les sobren unos tachos de pintura y un lampazo con espadol para darse una vueltita por aca.


Anónimo dijo...

www.laizquierdadiario.com/Luis-Caputo-omitio-que-fue-accionista-de-cuentas-offshore-en-sus-declaraciones-juradas

rg dijo...

no mas anonimos

Tomás dijo...

Yo creo que tiene que existir cierta racionalidad. Quisiera saber lo que piensan los 10.000 venezolanos que vienen por mes a la Argentina sobre esta nota. Los economistas -que no pueden desconocer los derechos que emanan de la Constitución- son los encargados de darle sustentabilidad economica a un pais, pero una visión antieconomicista, populista, demagogica, binaria y sin matices, como la que despliega la nota, es un reverso peligroso y sesgado. Un pais necesita para asegurarse su prosperidad de especialistas en leyes para resguardar los derechos que emanan de las leyes y economistas para asegurar la sustentabilidad material del conjunto. Si se subordinan unos de otros, para un lado o para el otro, se corre el riesgo de un colapso que se lleve puesto todo.

rg dijo...

tomás, me parece una irresponsabilidad adjudicarle al texto una visión "binaria, populista, antieconomicista, sin matices," cuando estamos hablando de la constitución. es simplemente un delirio lo que decís tomás: si un gobernador se niega a dar elecciones porque "cuestan mucho", lo ponen preso. si otro clausura los tribunales porque "se nos va un montón de plata pagando jueces" debe ser sometido a juicio político y destituido. si un intendente suprime la policía porque es un dineral, igual. es eso lo que no entienden los economistas y sus amigos: no tiene nada que ver con opiniones y populismos, sino con derechos que deben garantizarse siempre, cuesten lo que cuesten, sino no son derechos básicos. los venezolanos dirían "excelente, vengo a la argentina porque todavía se respetan algunos derechos que en mi país ya no. " eso diría. te equivocas fiero tomás, de veras

Anónimo dijo...

Darle prioridad a los derechos por sobre la economía es el principio fundamental del peronismo. Bienvenido, Gargarella. Sos de los nuestros.

rg dijo...

acordamos si hablamos de algunos derechos sociales, pero disentimos finalmente porque la lista es larga, e incluye por caso el derecho al aborto, y los vinculados con la salud reproductiva que el peronismo en todas sus formas socavó, poniéndose a la derecha del vaticano; el de la crítica por parte de los opositores, que al peronismo nunca le gustó; el derecho a no ser torturado en la cárcel, pero con el peronismo y sobre todo con el kirchnerismo la tortura en las cárceles aumentó, etc.

Anónimo dijo...

Sim cristina iba y los torturaba en persona. Fue el partido proscripto y eso es algo imborrable. Tu admirado Illia asumió habiendo un partido proscripto.

Anónimo dijo...

El peronosmo descubrió tu argumento ya en los 40s. El abogado de derechos humanos fueron abogados peronistas de sindicatos.

rg dijo...

no creo, normalmente, para reprimir o torturar, mandaron a otra gente. la referencia sobre torturas o número de muertos en situaciones de protesta social alude a cifras que cualquier organización de derechos humanos, empezando por correpi y el cels, acepta como verdaderas

Martha Casas dijo...

.....Hablando de provocadores: afirmar que el reclamo por los derechos de la constitucion es una "visión antieconomicista, populista, demagogica, binaria y sin matices" es una provocación a ojos vistas.
Peor afirmar socarronamente que por lo mismo "vo'so' de los nuestros gargarella" .....Tiene pico de pato, alitas de pato, patitas manchadas de pato....Ha de ser un pato.
Vamos al punto: Venuezuela no es un país democrático. Y sí, es populista. Le recuerdo al comentarista la empresas y capitales balseros que emigraban por miles también después de dos de los más infames experimentos economicistas de nuestra historia.
En cuanto al segundo punto: ¿Peronismo prioridad de derechos? ¡Jajajaja!

Anónimo dijo...

hablando de derechos, este reportaje al gordo valor está impagable:
https://www.infobae.com/sociedad/policiales/2018/02/12/gordo-valor-la-calle-esta-peligrosa-hasta-para-mi-cualquier-pibito-te-mata-por-un-celular/
En algún punto él afirma: "salimos a recuperar lo que es nuestro". Pero luego cuando le preguntan que es lo que más lamenta dice: que sus hijos siguieran sus pasos, las penurias que pasó su esposa y de no haberle hecho caso a sus viejos. No tiene desperdicio es muy interesante. Para leerlo sin prejuicios.

martha casas

rg dijo...

el peronismo nos enseñó y ayudó a pensar en derechos que eran dejados de lado a mitad del siglo xx, se cargó un montón de otros que conocíamos desde el siglo xviii, y se opuso a un montón de otros (aborto) que valoramos de modo especial en las últimas décadas

andresvas dijo...

No vale la pena ni aclararlo, pero como lo decís por ahí, pensar que los economistas no entienden eso es una pavada. Es cuestión de ideologías, no de profesiones.

Anónimo dijo...

Si quiero saber qué es defender los derechos humanos, tengo que preguntarle a un viejo abogado de sindicato. Y si, son peronistas... el peronismo inventó los DDHH

Anónimo dijo...

El peronismo se apropió del movimiento obrero y montó un sindicalismo terrorífico. Le quitó a la izquierda la materia prima y se llenó de slogans. Es fácil hacer slogans y hablar. Lo difícil es hacer las cosas. No niego que Perón industrializó y amplió derechos de los trabajadores. También es cierto que a su llegada el socialismo tenía quorum propio en diputados y Perón le clavó una estocada al socialismo. Los derechos sociales eran una movida mundial de posguerra. Una posguerra que nos encontró llenos de plata. Si no era Perón iba a ser otro. También hablemos del Perón fascista, de su origen dictatorial, de la triple A (la armó Perón) y ni hablar de los gobiernos peronistas posteriores. Uno peor que el otro. Este gobierno actual es horrendo pero si mina y hunde el peronismo quizás podamos sacarnos de encima ese estigma y ese cáncer.

Anónimo dijo...

Primera Petición de Principios: Hubo análisis económico en la inclusión de derechos en la Carta Magna? Al menos en el 94? Derechos vs Presupuesto vigente? Respuesta: No.
Entonces?: Progresividad... Derechos Civiles operativos y Derechos Económicos Programáticos... También, margen de apreciación nacional...
La realidad: Duele, pero x corrupción, evasión y pluricarencias, no hay (todos) los derechos para todos... Por ahora... Es el límite pragmático al ejercicio de los derechos constitucionales ( ej. Amparo x vivienda y sentencia que en lugar de darle una, incluye al peticionante en la nómina del Instituto de la Vivienda, en la cual otros en semejante situación esperan su turno).
Esteban

Anónimo dijo...

Cuál izquierda? La que en 1915 perdió la conducción de la FORA y ahora obtiene el 3%? Es importante conocer la historia. Hoy en día existen muchas investigaciones de historiadores del conicet. Otra institución que el peronismo recuperó (y cambiemos está arruinando)

Esteban Hoyos dijo...

Me encantó ese texto. Gracias por compartirlo.

Anónimo dijo...

Si, el socialismo tenía quorum propio antes del golpe que catapultó a Perón. Es una verdad histórica. También es cierto que la materia prima de la izquierda es la clase trabajadora. Perón se apropió de la clase trabajadora para siempre y creó un sindicalismo lleno de traidores y corruptos. Otra verdad histórica. Y la izquierda saca el 3 por ciento en buena medida, pero no exclusivamente, porque el peronismo destruyó a la izquierda. No me llama la atención que te burles de la izquierda siendo peronista porque el peronismo siempre se rió a carcajadas de la izquierda. Si sos antiizquierdista no te hagas el progre porque la izquierda es el verdadero progresismo. Si sos de derecha hacete cargo.

Mariano T. dijo...

Hay mucha distancia entre las buenas intenciones, escritas o no, y las posibilidades.
En la Argentina toda persona tiene derecho a vivienda digna, salud, educación, seguridad, trabajo y a lograr un ingreso que no le permita morirse da hambre.
No es eso, comparado con 1/2 humanidad al menos, el paraíso sobre la tierra?
Porqué, a pesar de las fronteras abiertas, los inmigrantes anuales se cuentan en decenas de miles y no en decenas de millones?
Porque ellos saben que esos derechos son mera hipocresía.
El concepto de Estado de Bienestar (incluso uno menos ambicioso que el escrito en la Constitución), es incompatible con las fronteras abiertas. Es lo que vemos donde esos derechos están más cerca de cumplirse.
Hay que elegir. Yo, por ejemplo, prefiero las fronteras abiertas por ahora.

andresvas dijo...

Aquí, sobre Democracia y derechos, una visión aplicada a la (horrible) situación actual.
http://www.lacapital.com.ar/el-gobierno-macri-propone-una-democracia-mas-debil-mas-superficial-n1555097

andresvas dijo...

Aquí, sobre Democracia y derechos, una visión aplicada a la (horrible) situación actual.
http://www.lacapital.com.ar/el-gobierno-macri-propone-una-democracia-mas-debil-mas-superficial-n1555097

Anónimo dijo...

El anonimo macri-friendly le achaca "sos de derecha" al peronista...
En fin, Roberto:
El peronismo es antiabortista o no es?... lo he visto todo
Tenes (ademas de correpi y cels, que segun tu vision es kirchnerista) algun dato estadístico de que durante el kirchnerismo la tortura en las carceles se multiplico cuali-cuantitativamente con respecto a otros gobiernos? y esa misma estadistica respecto del actual?
Porque sino seria hora de dejar de usar ese slogan en tus argumentaciones

T.E.A.

rg dijo...

Mariano, los que se escapan de Venezuela o Cuba lo hacen, en buena medida, porque en esos países se violan de modo grave los derechos que les prometen. Y algunos vienen acá porque los derechos más básicos de todos (la integridad física por ejemplo) acá tienen más garantías.
Por otro lado, me parece que es un error meter todos los derechos en la misma bolsa. Algunos derechos se respetan y otros no, y los que se respetan se respetan en distinto grado. Lo que uno pediría es, primero, que los derechos constitucionales básicos desplacen a los demás reclamos que no son derechos (ponele, financiar la AFI, jubilaciones de privilegio, armamento más sofisticado para las FFAA), y luego que se satisfagan primero ciertos derechos fundamentalísimos (no se, educación básica antes que deporte), y que se tomen políticas racionales también para ver dentro de esos derechos fundamentalísimos, cómo se ordenan prioridades (i.e., en salud, en quiénes gastar primero). No es el terreno de la utopía

rg dijo...

TEA, acá tenés para empezar
http://www.senado.gov.ar/bundles/senadomicrositios/pdf/observatorio/informe_comitecontratortura.pdf

Nico dijo...

Hablando de Venezuela, en este link podrán encontrar el lapidario y temible informe de la Comisión Interamericana (2018) sobre ese país: http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/Venezuela2018-es.pdf
Vale citarlo eh! Y no solo hacerlo cuando resuelven en favor de Milagro Sala. Me pregunto qué dirá Atilio Borón sobre eso? O es que acaso la CIDH se habrá transformado en un ariete del imperialismo? Página 12 no dijo una sola palabra. Mutis total.
Nicolás

Mariano T. dijo...

Lo que digo es otra cosa, Rodolfo. Ningún país que satisfaga todos esos derechos puede tener fronteras abiertas, porque debría garantizárselos a media humanidad.
En Europa, que estan más cerca de materializarlos, tienen que blindarse para poder hacerlo.
Acá no lo precisamos, porque el inmigrante o refugiado potencial sabe que son una ilusión y esto no es el paraíso.

Anónimo dijo...

Rodolfo Gargarella, ay

Damian dijo...

Coincido con roberto en que es posible garantizar algunos derechos fundamentalisimos fijando prioridades. Sin ir muy lejos la ciudad de bs as con un presupuesto gigantesco dedica muchisimo dinero a obras superfluas si la comparamos con el mantenimiento de hospitales y escuelas. No es razonable que uno tenga q ir a un hospital publico un dia antes y pasar la noche para intentar conseguir un turno con un medico que lo va a atenter el mes siguiente si tiene suerte. Todo eso mientras se gastan fortunas en veredas plazas playas artificiales cartelerias abdurdas etc. Pongo de ejemplo la ciudad por su poder economico aunque creo q es un fenomeno nacional y muy antiguo. Una deuda q tenemos como pais. Todavia hoy y pese a la decadencia creciente sigue la argentina siendo un pais algo mas justo q el promedio de latinoamerica en salud y educacion. Vamos por mal camino

Anónimo dijo...

Soy el anónimo que vos definís como macri friendly incluso cuando dije que es un gobierno terrorífico. Lee. Dije y sostengo que el peronismo es antiizquierdista. Y lo antiizquierdista es la derecha. La izquieda plantea un horizonte más igualitario económico y político y los gobiernos peronistas nunca atacaron (contrariamente a lo que dicen) a los grandes usufructuarios de grandes cantidades de renta. Cristina dice que atacó al poder real pero no. No cambió ni la matriz extractivista de la economía ni bajó el coeficiente de gini que mide estas cuestiones. Vuelvo a decir lo mismo. Son buenísimos para hacer slogans pero eso no es la realidad. En el plano político concentró y verticalizó y atacó con su reforma a los partidos chicos con el fin de hacerle daño a la izquierda. Por qué se es de izquierda haciéndole daño a la izquierda? Por qué?

Juan Sebastián Orso dijo...

"los gobiernos no pueden decir, por ejemplo, "elijo este plan económico que, seguramente, en unos años permitirá que todos gocen de sus derechos de un modo más firme", si la aplicación de dicho plan implica, en la actualidad, que los derechos de una mayoría queden insatisfechos de un modo grave"...
Esa frase puede utilizarse para sostener el actual modelo ecónomico explosivo, que no es un modelo nuevo y de la cual tantos economistas objetivos - liberales nos han advertido(léase Cachanosky o Broda). Comparto en parte el espíritu del comentario de Mariano T, esto es: el corazón dogmático de la Constitución es completamente desproporcionado a la capacidad orgánica para garantizar cada uno de esos derechos, y por qué? Porque el modelo ecónomico de los últimos 70 años es deficitario para lograrlo, y a eso se sumo la barrera (hasta ahora parece ser infranqueable) de los derechos adquiridos y principio de progresividad - barrera legítima pero distorsinada al fin. Está bien, las políticas en torno a los derechos y no viceversa, pero entonces aceptemos la realidad: derechos no satisfechos por condiciones económicasestructurales que nos empobrecen más y más, vaya paradoja.
Un saludo Roberto.